miércoles, 20 de mayo de 2009

Por hacerla reir

Poco alegre, aun tengo una mísera historia
que a cada paso de ella os iré contando
según recuerde de mi ingrata memoria.

Hegemónico amor estaba callando
y me acuerdo de deleitosos momentos
pues a los fútiles los eché volando.

Anocheceres eran para mí cuentos
que a la luz de luna ella siempre leía
y los instantes parecían mas lentos.

Siempre yo un sujeto extraño por el día
aunque yo en absoluto llegué a entender
nuestro amor jamás nadie intuirlo podía.

Con el sol y su luz se iba un empecer,
y fue en sus brazos donde comenzó todo
y en la alborada volvía a enralecer.

Triste me encontraba, pero de tal modo
sonreíamos al llegar noche alguna
pues nos besamos en cada recodo.

Y mis llantos y el olvido, de su cuna
tronaron, para así volver a decirme
que yo jamás conocí mujer alguna.

Y al regresar ya pensaba en volver a irme,
¡su belleza fue grandilocuente!
este lugar hace que me sienta, hundirme.

Y es que aquel amor, el que tengo en mi mente
aquel vetado, tanto me hizo sufrir...
no fue tortura, para mi es tan frecuente…

Para mí se me acabó eso de vivir,
pero resucito al volver a verla
pues yo tan solo quise hacerla reír.

Céfiro

sábado, 14 de marzo de 2009

Volarás

Marrones los ojos que abres por vez primera,
descubres un mundo tirano, cabrón, vacío;
un mundo volviendo su espalda al amor, impío,
sacando ansiedades y estrés de su gris chistera.

Y ahora no entiendes tu suerte ni tu desgracia,
no sabes, no escucha tu mente semidormida.
Estrenas aquello que algunos llamamos vida
soñando en el cálido lecho de la ignorancia.

No crezcas pensando lo cerca que está la muerte,
ni creas eterno tu paso por el planeta.
El tiempo será quien se encargue de tus maletas,
quien traiga consigo la buena y la mala suerte.

Valora las cosas pensando en su contingencia,
esquiva las redes del barco materialista.
No pienses que ser personaje protagonista
hará rebosar la frontera de tus herencias.

Serás el esclavo sumiso de una bandada
de sucios instintos y fútiles, lerdos vicios;
verás tu cordura cayendo por precipicios,
producto de un mar de elecciones equivocadas.

No gastes tu tiempo rumiando sobre el futuro,
la vida se encarga de hacer polvorín tus sueños.
No esperes ganar recompensa por tus empeños
ni vendas tu imagen a precio de hidrocarburo.

Caerás de cabeza si sigues tus ideales:
serás un leproso sacrílego, ruin, herético.
El éxito irá en comunión con tu gusto estético,
los grandes placeres del mundo son inmorales.

La gente creerá que provienes de un mundo extraño
si sabes hablar, si comprendes una poesía.
Tu fama y las veces que folles durante el día
están en función de tu puesto en este rebaño.

Harás amistades caducas, traidoras, viles,
taimadas, mermadas, regadas con intereses.
Los buenos amigos se irán al pasar los meses
cual marzos se van al llegar los tristes abriles.

Verás que el amor te permite surcar el cielo
y así, volarás tan seguro, ligero y alto,
que luego será la caída contra el asfalto
tan fuerte que no encontrarás ni el menor consuelo.

No creas que el joven autor que versos escribe
conquista lo mismo que aquél que bocas silencia.
Pues una lección he aprendido por propia experiencia:
quien da por amor su destino, nada recibe.

Marrones los ojos que abres por vez primera,
no quieras cerrarlos sin ver este mundo homicida.
La piel del dolor te regala la bienvenida,
la piel del dolor, recubriendo tu vida entera.

Bóreas

lunes, 2 de marzo de 2009

Una vulgar poesía

Supongo que no soy nadie
solo quise ser poeta
que todo tenga sentido
incluso cuando métrica
presenten los tristes trazos
escritos en cualquier tela.
No se si a ella quise hablarle
no pude mas que vocear
a un mundo al que siempre odié
es el mío, el que se quema,
se me a quebrado sin más.
Pero no todo es tristeza
siento que ¡SI! fui feliz
y lo escribo en mi libreta
en forma de blancas páginas
para que así aparezca ella.
Ella se fue como vino
y se nublaron mis metas
así que pinté sonrisas
no quise mostrar sospechas.
Nadie esbozará sus lágrimas
por un tipo como yo
jamás quise que ellas teman
no, ellas no lo merecen.
Díganme ¿De que manera
se despedirán de Céfiro?
En su hogar queda una vela
apagada por el viento
lleva el humo y no la cera
y así es como dice al mundo
que mi rastro, nada pesa.

Céfiro

domingo, 1 de marzo de 2009

Nos miran

Si acaso las olivas de sus ojos
o el brillo de la cálida melena,
que encierra sin piedad a los suspiros,
no valgan la pena…
Si acaso las estrofas mal escritas
del tétrico fragor de su mirada,
si aquella luz añil sobre su frente
no sirve de nada…

Hará la decepción su fiel discurso
trazando en mi barniz su sombra vaga,
pues sé que quien cotiza con sirenas
llorando lo paga.
Pues sé que quien encuentra por ventura
la gótica pasión de la esperanza,
malgasta las poesías que fabrica,
los besos que lanza.

Y sé que cuando vuelva la mirada
veré la verde circe que en ti habita,
debajo de tu boca de alabastro
y de agua bendita.
Cegado, palparé sobre tu rostro
la piel que, recubierta por escamas,
ayer se me antojaba suave colcha
cubriendo mi cama.

Se irá, dejando paso al cruel delirio,
la cínica ilusión de la utopía.
El muro del engaño separando
su vida y la mía.
Lacónicas nos miran las estrellas,
nos miran tan irónicas las nubes…
Y yo no te tendré, pues no te tengo
ni nunca te tuve.

Bóreas

EL viaje

Una vez conocí a un hombre
tal era su soledad
que solo pudo gritarle
al viento, su historia, y al mar.
El viento llevo sus verbos
besos, no pudo llevar
y el mar sus sueños ahogó
pues no pudieron flotar.
Un hombre que gritó versos
risas no mostró jamas
pues razones no tenía
para vivir nunca mas.
Su verso, un serventesio
que una vez vi recitar:

Música nunca tuvo mi canción
más nadie jamas la quiso escuchar
me duele, que una triste oración
en mi muerte no se vaya a tocar.


Al fin el hombre murió
y mi voz oyó tronar
solo un rapsoda de ripios
dejo un cuaderno en su hogar.

Vi marchar, por siempre, a mi gran amor
pero ella sonrió, y así fui feliz,
y me quede con un burdo rumor
¡Su recuerdo! curó mi cicatriz.


Sus versos no fueron buenos
mas, justo antes de expirar
solo dijo una palabra
que todo me hizo cambiar.

Que sepas que no todo son problemas
nunca intentes escapar de esta vida
nada podrás arreglar con poemas
no hagas de tus sucesos una huida.



Céfiro

jueves, 19 de febrero de 2009

Serán

Serán tus párpados mi carretera,
tus límpidos labios mi luna llena.
Un beso impávido como confín,
tus lúgubres arias, mis amapolas;
el cuello ebúrneo, tal que una rosa.
Un reto hipnótico, vivir sin ti.

Morar en tus sueños será la meta,
comprarte los besos, la vida entera.
Rasgar tus sábanas, un adalid.
Querer hoy quererte sobre las olas
será, pues, querer sin querer la horca.
Será un capítulo hacia mi fin.

En vez de ser techo de tus ojeras,
será tu mirada cálida hoguera.
Será una mística parte de mí.
En vez de sangrantes filos de roca,
serán tus suspiros mis alas rotas.
Serán estímulo para vivir.

En vez de ser símbolo de tormenta,
serán tus palabras mi panacea.
Serán metáforas sin escribir.
En vez de una arcada curvada y roja,
será tu sonrisa la húmeda antorcha.
Será el magnético y terco latir.

Bóreas

martes, 17 de febrero de 2009

Y otra vez...

Tocando el muro que nos separaba
lo teñí de un rojo color de rosas,
las heridas que el corazón nos daba
por tus labios, y sus fuerzas tan briosas

Y nuestras sombras son las que se besan
aquellas que no entienden de fronteras,
pues son sus besos los que nunca cesan
en las farolas, de entre las aceras.

Y nuestras sombras son las que se alejan
mas el sol salió ahora y todo es luz,
y todos esos dulces sueños, dejan,
tras sí, pero conmigo, una gran cruz.

Tocando el muro que nos enseñaba
¡Ay! Que el tiempo es nuestra única barrera,
pues libertad mi amor buscando estaba
mas fue el sol quien nos envió tal ceguera.

¿Qué es el amor? Preguntaste una vez.
Todo lo que hay entre nosotros dos.
Pero ¿Qué hay? Dijiste con avidez.
Bloques, que obligan a decir adiós.


Céfiro

lunes, 16 de febrero de 2009

A un Dios suburbano

Buscando en el viento perdí mis alas
orando en mi templo olvidé ser mito
rasgando mi manto sentí, maldito
el golpe traidor de mis blancas galas.

A veces me siento tan sucio y seco,
sin nada, sin nadie, tan muerto y frío,
y solo me queda, ¡que cruel hastío!
Canciones dormidas en forma de eco.

En brazos tranquilos me acunas turbio
formando un vacío y sutil desvelo,
inflando los sueños del gris disturbio.

Rehuiste las nubes, bajaste al suelo,
ociosos te enviamos a un vil suburbio.
¿Por qué no te vas al glorioso cielo?

Bóreas & Céfiro

domingo, 15 de febrero de 2009

Si salgo de ésta

A través de la ventana son duros segundos
lo que marcan las agujas de las olas rotas,
y echarte de menos es un coro nauseabundo
tarareado por las duras y frías rocas.

El cielo me cuenta con su noche encapuchada
que ya no puedo esperar más tiempo para verte,
una vil ráfaga de brisa aterciopelada
instala otra vez tus claros ojos en mi mente.

El mar arrastra una corriente cruel de recuerdos
rociados con el agua de una lluvia fría,
ondeando en mis escasos receptores cuerdos
despiertan a la reincidente melancolía.

¿Dónde asentará tu voz de cristal de vitrina
a la ansiedad, la desazón y los desconsuelos?
Bajando la vista hacia el gris granito del suelo
no hallo más respuesta que un piar de golondrina.

Y hace ya diez días que mi almohada no me habla,
y la pena crece como cabezas de hidra,
y yo sigo perdiéndome entre vasos de sidra,
y la incertidumbre es tan dura como una tabla.

Aquella canción que hace que me vea a tu lado
es la que abre cual resorte mis negras pupilas,
y muero de ansiedad cuando el tedio se espabila
y me pregunto en qué cosas estarás pensando.

Y si aún me echas de menos como el primer día,
o si piensas en mí mientras buscas las estrellas
puedes ver un pensamiento en cada una de ellas
tirados al cielo para alumbrar mi agonía.

Eres todo aquello que siempre sufro extrañando,
eres lo que nunca me dejaré en el olvido,
contigo veré a los kilómetros abdicando,
haciendo acto de ausencia en el mar de lo vivido.

Otro cielo inventaré que me lleve a tu lado,
de pliegues inundaré a la insaciable distancia,
en la cumbre del insomnio moriré apartado,
mendigando un apagón para mis discrepancias.

Esperando alguna señal de que sigues viva,
navegando entre las lágrimas de lo incoherente,
otearé el horizonte hasta encontrarte dormida…
Si salgo de esta… dormida, pura, inocente.

Bóreas

Despedida

Malévolo fue encontrar su sonrisa
de luz y oscuras voces
encontrarla fue para mí desdicha,
sólo me lanza golpes
donde no hallo mi nombre.

Y al que me dejó verla, ¡desalmado!
pues no olvido su rostro
ni el reflejo de sueños estancados
en noches de tus ojos
donde me siento solo.

Y no sabes que tienes mil poemas
ni tanto amor guardado
y en mis adentros tienes mil veredas
llenas de árboles mancos
bajo un sol desconchado.

Y tanto te quise y ya te perdí,
me juré una y mil veces
no abandonar y otra vez, me rendí
y muero lentamente
entre insulsos papeles.

Céfiro

Romance del desesperado

En una ocasión te ví
y me tendiste tu mano,
me la encontré sin buscarla
pero no eran más que atajos
hacia el final del camino
que, iluso, recorrí en vano.
Sólo conmigo jugaste,
me dejaste abandonado,
y tu mano me negaste
tu luz me dejó tirado
entre desiertos umbríos
de los que me he despojado.
Ya no me muestras tus ojos
dejándome desolado
pues tu alma ya no veo
y ahora estoy enterrado,
entre el amor y reflejos
de un sol que mira, encerrado.

Céfiro

Horror Vacui

Miedo al vacío. Decía Amel-Lapeyre que cuanto más vacío está el corazón, tanto más pesa. Así como un solitario castillo se vuelve frío con la dejadez, las rugosas paredes de piedra del alma se tornan más duras cuanto más eco se produce entre ellas. ¿Quién quiere creer que el estado del bienestar se apoya en la monotonía? ¿Por qué la sociedad sigue vendiendo productos cosméticos a precio de sentimientos? ¿Por qué me resulta tan vacío un mundo tan sumido en el ajetreo? ¿Por qué cada día tengo más claro que el amor es pura mezcla entre egoísmo e instinto sexual? En este momento un rayo de sol cae en el suelo de mi habitación, y el reflejo va a parar justamente a mis ojos, y no me importa. El árbol que no logro ver desde este punto seguirá deshojándose impasible, autónomo, instintivo, indolente, despreocupado, orgulloso, autosuficiente. Sin embargo, quinientas personas se han quedado hoy sin trabajo y en este momento están buscando su escopeta en el garage. ¿Qué nos has hecho? El vacío es una moneda con dos cruces, es un producto artesanal Made In Rutina, es el decano de la universidad de los perdedores, el adalid del materialismo, el doble melancólico del aburrimiento. El rayo de sol sigue fijo en mi pupila, y no me importa. Será la rutina, será el sinsentido, será la mediocridad, será la ansiedad, será el desamor. Quiero morir de dolor y de sufrimiento; necesito lágrimas, sollozos, una razón para llorar, una hoguera en el castillo de mi alma... Antes que una maldita chimenea vacía. Un corazón lleno de dolor es, al fin y al cabo, un corazón lleno. Si después de la tormenta viene la calma, pido a la persona que me haya robado la tormenta me la devuelva.

Bóreas