miércoles, 20 de mayo de 2009

Por hacerla reir

Poco alegre, aun tengo una mísera historia
que a cada paso de ella os iré contando
según recuerde de mi ingrata memoria.

Hegemónico amor estaba callando
y me acuerdo de deleitosos momentos
pues a los fútiles los eché volando.

Anocheceres eran para mí cuentos
que a la luz de luna ella siempre leía
y los instantes parecían mas lentos.

Siempre yo un sujeto extraño por el día
aunque yo en absoluto llegué a entender
nuestro amor jamás nadie intuirlo podía.

Con el sol y su luz se iba un empecer,
y fue en sus brazos donde comenzó todo
y en la alborada volvía a enralecer.

Triste me encontraba, pero de tal modo
sonreíamos al llegar noche alguna
pues nos besamos en cada recodo.

Y mis llantos y el olvido, de su cuna
tronaron, para así volver a decirme
que yo jamás conocí mujer alguna.

Y al regresar ya pensaba en volver a irme,
¡su belleza fue grandilocuente!
este lugar hace que me sienta, hundirme.

Y es que aquel amor, el que tengo en mi mente
aquel vetado, tanto me hizo sufrir...
no fue tortura, para mi es tan frecuente…

Para mí se me acabó eso de vivir,
pero resucito al volver a verla
pues yo tan solo quise hacerla reír.

Céfiro

1 comentario:

  1. Quiero que volvais, a Bóreas no le conozco, pero tú Céfiro, vuelve, tu alma lo necesita y tú lo sabes

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